Semblanza Artística

Nací en Baja California en 1982 y desde los ocho años descubrí el arte como un refugio, un juego serio y una manera de contar lo que no podía decir con palabras. En los cursos de verano en la Casa de la Cultura de Ensenada aprendí a observar, a trazar, a sentir. En 1994 el dibujo al carbón profundizó esa conexión. Desde 1997 comencé a crear de forma constante y, con el paso de los años, mi camino artístico me llevó a participar en exposiciones como Artbañil y Red, White and Black con el colectivo Engrane, y a obtener el segundo lugar en el concurso municipal del "Día de la Libertad de Expresión" en 2004.

Tras terminar mi licenciatura en Diseño en 2005, el arte tomó nuevas formas en mí. Lo retomé con fuerza en 2012 con mi exposición personal Calianographia, y desde entonces no he dejado de crear. He expuesto en Ensenada, Puebla y también en Buenos Aires (de manera virtual), como parte de Manifiesto Poblano junto a los colectivos 1660 y Azafrán.

Mi obra nace desde la intuición, la emoción y la memoria. Pinto lo simbólico, lo íntimo, lo que nos habita y muchas veces no sabemos nombrar. Cada trazo es parte de una cosmogonía personal que busca resonar en quienes se permiten sentir.

Pero hoy, pintar también es un acto de amor y responsabilidad. Mi hijo Fahrid, quien vive con hipotonía y retraso en el neurodesarrollo, me ha enseñado a mirar la vida con otros ojos. Parte de lo que vendo no es solo para mí: es para él y para otros niños con capacidades diferentes. Cada obra vendida ayuda a costear terapias, estudios médicos y a generar conciencia sobre realidades invisibles.

Mi arte no busca solo decorar, sino sanar, conectar y contribuir. Porque creo que el arte también puede transformar, dentro y fuera del lienzo.
                 
                                                                                                                -Caliano, 2025.